Nuestro baño… consideraciones generales de diseño accesible

En este artículo nos vamos a enfocar en ese pequeño espacio de nuestras casas, dedicado a nuestro aseo personal y otras actividades sanitarias, y el cual todos usamos más de una vez al día: el baño.

Desarrollado por Arq. Eugenio Latour-Ledón el 01/05/2015.

Como todos sabemos y estamos claros, ninguno de nosotros va para joven. Debido al proceso natural de envejecimiento, en algún momento de nuestra vida, todos vamos a tener alguna condición que limite nuestra movilidad. Nuestros padres y algunos familiares de edad avanzada, si todavía están con nosotros, son el vivo ejemplo de esta verdad universal. Por lo tanto, no está demás tener en cuenta las siguientes consideraciones prácticas para modificar los espacios de uso privado de nuestro hogar, en el cual pasaremos mucho tiempo de nuestra vida.

En este artículo nos vamos a enfocar en ese pequeño espacio de nuestras casas, dedicado a nuestro aseo personal y otras actividades sanitarias, y el cual TODOS usamos más de una vez al día: El Baño. Por lo general, el baño es una de las áreas del hogar donde, con mayor frecuencia, confrontamos problemas de accesibilidad y movilidad. A continuación, se presenta una guía sencilla y clara con algunas recomendaciones generales que pueden ayudarnos a minimizar dichos problemas.

Comencemos por el pasillo que conduce al baño. A menos que el baño esté dentro de la habitación del dormitorio, hay que llegar al mismo por un pasillo que no debe tener menos de 36 pulgadas de ancho. En caso de que el mismo tenga más de las 36 pulgadas, se debe considerar la posibilidad de instalar un pasamano a una altura de 33 a 36 pulgadas, que nos permita apoyarnos para tener una mayor seguridad al caminar por él.

Continuamos con la puerta de acceso.  En la medida que envejecemos, esta pieza movible que provee acceso y privacidad al baño, se convierte en una barrera. La primera dificultad que confrontamos es su ancho. En Puerto Rico, usualmente se utilizan puertas de 24 a 30 pulgadas de ancho como medida estándar. En caso de que seamos usuarios de una silla de ruedas, un andador o cualquier otro equipo que nos ayude a movilizarnos, estas dimensiones no proveen suficiente espacio para el acceso.   Considerando que una silla de ruedas tiene un ancho nominal de 25 pulgadas, el remover la puerta con su marco, puede darnos un ancho limpio de 26 a 34 pulgadas, lo cual permitiría pasar efectivamente a través del espacio, aunque para un acceso apropiado, sería recomendable un mínimo de 32 pulgadas de ancho. De ser posible, el ancho ideal sería de 33 a 36 pulgadas. Para resolver el asunto de la privacidad, podría sustituirse la puerta por una cortina plegable o puerta corrediza que permita el ancho total, sin la instalación de marcos ni herrajes, que ocupan espacio vital de acceso.

Ya estamos dentro del baño. Ahora consideremos nuestro movimiento a través del espacio para acceder los distintos equipos sanitarios:

  • LAVAMANOS - Ya sea empotrado en un gabinete o una sola pieza fija a la pared o piso, su tope no debe ser más bajo de 29 pulgadas, ni más alto de 34 pulgadas. De existir un gabinete o tablillero debajo del mismo, no debe proyectar más de 6 pulgadas desde la pared hacia el frente y dejar un espacio libre de no menos de 9 pulgadas desde el piso.
  • INODORO y/o BIDET- Estos equipos sanitarios de múltiples usos, deben tener una altura cómoda para el adulto de edad avanzada que lo utiliza.  La altura de uso debe estar entre las 17 a 19 pulgadas de alto desde el piso. Una alternativa para lograr la altura de uso, es colocar sobre los equipos un asiento engrosado. Si el espacio lo permite, se pueden instalar barras de apoyo, por lo menos a un lado del equipo, para ayudar a dar estabilidad y seguridad al usuario. Se recomienda la utilización de barras comercialmente manufacturadas, las cuales están diseñadas con las bases y aditamentos que las fijan al piso y a la pared y proporcionan una fortaleza estructural confiable.
  • BAÑERA o DUCHA- El tamaño típico de una bañera es de 30 x 60 pulgadas. La tendencia es que, en algún momento, TODOS la vamos a sustituir por una ducha, que cumpla la misma función sin que nos ofrezca el peligro de resbalar en ella. Lo práctico es construir la ducha del mismo tamaño que surge del espacio que ocupaba la bañera. Esta ducha no debe tener ningún tipo de muro, de forma que permita el fácil acceso de una silla de ruedas y evitar que alguien pueda tropezar con el mismo. Al no tener muro, debemos asegurarnos que la superficie del piso de la ducha tenga una pendiente efectiva de no menos de ⅛ de pulgada por pie lineal hacia el drenaje de piso, para evitar que el agua salga hacia el resto del baño. El piso de la ducha se debe terminar con cerámica, mármol o mosaico de cristal texturizado, cuyas piezas oscilen entre 1”x1” hasta 4”x4”, para que ofrezcan una superficie con un nivel de agarre mecánico o fricción efectivo, para minimizar el riesgo de resbalones. Entre las piezas debemos asegurarnos de aplicar lechada con arena para mejorar aún más las propiedades antirresbaladizas. Es recomendable considerar la instalación de un pasamano o barra en la pared más larga que tenga no menos de 36 pulgadas de largo a no más de 36 pulgadas de alto, para asegurarnos un apoyo efectivo, cuando estamos en el proceso de bañarnos. También se debe considerar la instalación de un asiento fijo de pared o removible, que le provea al usuario un área para sentarse en caso de ser necesario.        
  • ACCESORIOS- Todos los accesorios de baño, ya sean toalleros, soportes de papel sanitario, jaboneras y cualquier otro aditamento, no debe instalarse a más de 48 pulgadas de altura del piso.

El gozar de una vivienda accesible promoverá una mejor calidad de vida para nosotros, que variará según nuestro cuerpo se vaya transformando. Esperamos que estas guías le ayuden a tener en mente los aspectos de movilidad y accesibilidad que se deben considerar al momento de planificar una remodelación del hogar que responda a las necesidades universales de la edad avanzada que tendremos que enfrentar en un futuro no muy lejano. (Es importante aclarar que estas guías son generales, y no necesariamente atienden exhaustivamente las necesidades individuales de cada persona de acuerdo a su condición física particular, ni al diseño específico de su vivienda. Antes de remodelar cualquier área del hogar siempre es recomendable consultar con un experto para que evalúe y recomiende lo que amerite cada caso.)